Migraña ¿qué es, causas y síntomas?

¿QUÉ ES LA MIGRAÑA?

La migraña es un tipo de cefalea de gran intensidad, aguda y recurrente, que dura entre 2 y 72 horas, que se manifiesta, en muchas ocasiones, con dolor de tipo pulsátil que afecta a un solo lado de la cabeza y que puede estar acompañado de náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz, además de un conjunto de síntomas de advertencia como visión borrosa o destellos luminosos.

Esta patología puede resultar muy incapacitante, tanto por la intensidad del dolor como por los síntomas asociados, que en no pocas ocasiones impiden al que la sufre desarrollar una vida social y de ocio satisfactoria. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de una de las veinte enfermedades más incapacitantes que existen.

¿QUÉ CAUSA LA MIGRAÑA?

Si bien no se conoce la causa exacta de la migraña, de acuerdo a la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (Aepac), se piensa que las personas que padecen este problema  tienen un cerebro especialmente excitable. Sus neuronas, hiperactivas y muy sensibles, envían impulsos a los vasos sanguíneos, lo que provoca su estrechamiento y posterior dilatación. Aunque la secuencia exacta de hechos sigue sin aclarase, estos cambios, que afectan también a los tejidos circundantes a los vasos sanguíneos, liberan sustancias que generan dolor.

En este sentido, pueden desencadenar las crisis de migraña diferentes tipos de estímulos o circunstancias:

  • La abstinencia de cafeína.
  • Tomar alcohol.
  • Cambios en los niveles hormonales debidos al ciclo menstrual o a la toma de píldoras anticonceptivas.
  • Cambios en los patrones del sueño.
  • Cambios de estación o meteorológicos bruscos.
  • Cambios de altitud.
  • Ruidos fuertes o luces brillantes o intermitentes.
  • Ejercicio u otro estrés físico.
  • Saltarse comidas.
  • Olores y/o perfumes fuertes.
  • Fumar o exponerse al humo.
  • Cualquier cambio que provoque estrés y ansiedad, como una mudanza, una defunción, un divorcio o el trabajo.
  • Algunos alimentos y sustancias como:
    • Chocolate.
    • Lácteos y derivados.
    • Productos con glutamato monosódico (GMS), como la comida china.
    • Alimentos con tiramina como el vino rojo, el queso curado, el pescado ahumado, el hígado de pollo, algunas legumbres y frutas como el aguacate o los cítricos.
    • Carnes con nitratos como el tocino, el salami o las carnes curadas.
    • Las cebollas.
    • Los cacahuetes y nueces.
    • Los alimentos procesados, fermentados, adobados o marinados.
    • Edulcorantes (sacarina, aspartamo).

¿CUÁLES SON SUS SÍNTOMAS?

Con frecuencia, antes de que se desencadene el dolor de cabeza característico de la migraña, pueden producirse diversas alteraciones de la visión, lo que se conoce aura, que duran generalmente entre cinco y veinte minutos. El aura se produce en ambos ojos y puede incluir:

  • Un punto de ceguera temporal.
  • Visión borrosa.
  • Dolor ocular.
  • Ver destellos luminosos o líneas en zig-zag.
  • Visión túnel.

Otros posibles signos de advertencia de la migraña son bostezar, sensación de adormecimiento en los dedos, una mano, la cara o los labios, sufrir dificultad para concentrarse, náuseas, debilidad muscular y problemas para encontrar las palabras adecuadas. Suele producirse minutos antes de la crisis o incluso horas antes, aunque no siempre implican que se avecine un aura.

Una vez comienza, el dolor presenta las siguientes características:

  • Se presenta en un solo lado de la cabeza, aunque en ocasiones puede localizarse en la frente, alrededor de un ojo o en la parte posterior de la cabeza.
  • Es un dolor sordo, profundo y pulsátil, similar a palpitaciones o latidos en la cabeza, de intensidad variable.
  • Aumenta en minutos u horas de manera gradual y también desaparece de manera paulatina a medida que cede la crisis.
  • La luz, los movimientos de la cabeza o los ruidos suelen empeorarlo.
  • Puede durar desde unas pocas horas hasta dos o tres días.
  • Puede llegar acompañado de otros síntomas como escalofríos, aumento de la micción, náuseas, vómitos, intolerancia a la luz y/o al ruido o, con menor frecuencia, congestión nasal o lagrimeo.

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